Ineptitud en el empleo


Entre la discordia de si ha disminuido o no el desempleo, se encuentran autoridades económicas, congresistas y grupos sociales. Las autoridades afirman que ha vuelto a disminuir nuevamente a un dígito mientras congresistas dicen lo contrario, en vez de disminuir ha aumentado, llegando casi a un 16%. Otros grupos sociales dicen que esas cifras son maquilladas, pues no se está teniendo en cuenta la informalidad, que es uno de los temas mas álgidos a la hora de medir el desempleo y que es una realidad allí presente donde realmente a diario se denota que si no han aumentado por lo menos siguen constantes en el tiempo sin encontrar una mejor posibilidad de empleo.

A nivel teórico es el desempleo una de las variables macroeconómicas importantes de toda economía, y es de prioridad su control y reducción a través del tiempo. Sin embargo en esta ocasión, no nos centraremos en el desempleo, al contrario hablaremos de los que si conservan uno. En el afán de reducir el desempleo, salen a flote elementos como la informalidad, el subempleo, prestación de servicios, que le restan calidad al empleo en el momento de adquirir uno. Esto llevan a medidas tan drásticas como las de la reciente reforma tributaria, donde se propone la disminución de los parafiscales a los empleadores, con en el fin de que estos generen más empleo. Es decir, que al final se da la sensación de que se cree empleo a toda costa, sin pensar ni siquiera que sea de calidad.

Estas situaciones indiscutiblemente, llevan a que la prestación del servicio deje mucho que desear en distintos grupos y actividades. Para ilustrar esto hablemos desde lo básico, asistentes de puntos de información, se supone que allí está una persona que debe estar encargada de dar información y no solamente esto también de darla correctamente, pero esto no sucede porque la persona se siente insatisfecha y su retorno no es lo suficiente para que esta labor sea de calidad, entonces al final el cliente viene a recibir el mala información.

En otra situación, en un tema mas sensible aun, la salud, sabemos que es un servicio primordial que debe prestarse con la mayor cobertura y calidad posible, pero esto no sucede, porque desde las auxiliares de la salud hasta los doctores, están mal remunerados por lo que no se sienten motivados para prestar un servicio de calidad, entonces al final es el paciente quien recibe toda la mala asistencia. Aclarando que esto no sucede únicamente en las entidades publicas, lastimosamente ocurre en las privadas, en donde a un profesional de la salud, perfectamente le pueden llegar a ofrecer $ 1’200.000, con prestaciones, pero eso si con todo el trabajo que implica como si estuviese siendo bien pago.

Infortunadamente, en muchos trabajos la calidad del empleo, van desde los exigentes horarios, sin derecho a reclamar horas extras, porque esto hace parte de la cooperación que debe darse como trabajador a la empresa y esto es algo que sucede en muchas empresas del país, hasta la mala remuneración que conlleva al trabajador insatisfecho a prestar un mal servicio.

Esto nos lleva a cuestionarnos de que está pasando con en el empleo o de que significa en Colombia, o de que manera pretende disminuirse en el país, no es solamente una cifra la que debe disminuirse, porque esto significa que se está llevando una postura supremamente ortodoxa de crecimiento económico, pero que deja de lado elementos tan importantes como la calidad. Y a su vez queda expuesto como en muchas ocupaciones ocurre este fenómeno de irregularidad en el servicio. De tanto, que si siguen las cosas de esta manera, habrán algunos que dirán que la única opción posible es la de acostumbrarnos a la mediocridad y no exigir lo mas mínimo pues antes tenemos que agradecer que afortunadamente se brinda el servicio bien o mal.

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