Que ganas de que todo sea como antes
Es entonces allÃ, donde aparece la tan confina nostalgia,
similar a los que tienen esa nostalgia por lo vintage por lo retro,
donde la principal premisa es: “Todo tiempo pasado fue mejor”, y eso siempre me
ha hecho cuestionarla, porque entonces, ¿hacia dónde vamos?, si vamos amarrados
de manera férrea al pasado, sabiendo que la realidad es el inexequible paso del
tiempo.
Pero no lo niego, a mà también me da ese antojo de decir:
Que ganas de que todo sea como antes, porque todo circulaba dentro de lo normal,
como adaptados al Status Quo, pero que, si lo miramos bien, esa es una
premisa bastante comprometedora, porque uno se acomoda únicamente a lo bueno
que pasó, a lo bueno que fue, pero que tal si fuéramos mas objetivos, sensatos,
y viéramos las cosas dentro del contexto global, en donde viéramos todo de
fondo y entendiéramos más la realidad.
Uno de los dichos iniciales de toda esta pandemia, es que
nos iba ayudar a cambiar como seres humanos, que nos iba ayudar a ser mejores, a
encontrar el equilibrio entre lo espiritual y lo material, pero contrario de
esto, las primeras actuaciones del humano fue generar escasez de papel higiénico,
mostrando lo más innato del ser humano, el egoÃsmo, que viene del latÃn Ego y
esto es aún más delicado.
Sinceramente, con lo visto hasta ahora, no creo que el
ser humano vaya a mejorar, al contrario, está lejos de eso, pienso que está en
pausa su modo “hijueputa”, que está esperando la más mÃnima posibilidad para volver
a toda la desfachatez de antes, y antes triplicado por el cumulo de encierro.
No sé qué tendrÃa que pasar para que como especie recapacitemos; pero ésta
ha sido una gran oportunidad, desperdiciada, y para mejorar habrá que
seguir intentándolo.
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