Una sociedad tipo Cyber
Mucho se habla hoy en día de los avances tecnológicos, generalmente, en materia
de comunicaciones, donde los últimos tiempos las sociedades de consumo se han
dedicado a producir dispositivos móviles a distintos alcances. De tanto,
tenemos recientemente el Iphone 5 como el último alcance tecnológico, ya Apple
ha anunciado sus ventas de aproximadamente 5 millones de unidades vendidas en
todo el mundo, lo cual es una cifra bastión a la manera de consumir y producir
actualmente. Con todas estas atractivas cualidades, interesantes ofertas,
lucrativo negocio, y demás, podemos decir que aun nos falta por comprender
sinnúmero de conceptos para considerarnos como una sociedad sistemática.
Pensamos que tener la última innovación de consumo nos permite estar al tanto
de una realidad histórica o por lo menos como debería ser una global. Y no me
refiero únicamente a la relación que existe en plataformas sociales sino del
entender que no deben seguir habiendo cosas que son logradas al azar. Tanto nos
falta, que a estas alturas no entendemos las diferencias de los demás, y por
eso se siguen viendo conflictos como los recientes atentados a la embajada
americana por ofensas a un credo con respuestas efusivas de extremistas
musulmanes.
Es grave el hecho de que no se acate responsablemente los actos por los
cuales nos hemos decidido partiendo del hecho de conocer variedad de posibilidades,
y en donde se supone hemos tenido la capacidad de rechazar lo que no nos
interesa, en vez de un injustificado no nos conviene. Partiendo de todo esto se
hace necesario retomar nuestros esquemas racionales que hemos utilizado en
momentos claves de la humanidad. De allí mismo, debemos prever que nuestros
resultados sean intencionados y tengan la capacidad de llenar nuestras
expectativas plenamente, pues no podemos quedarnos únicamente ligados a efectos
por causas que no controlamos.
Es cierto que un modelo donde predomina el capital de todo tipo, el
principal motor es el propio interés, no por esto debemos desmeritarlo, pero
tenemos que empezar a adaptar nuestro funcionamiento a las mayores intenciones
que originamos y no a la simple casualidad sino a la causalidad. Muchas veces
se aceptan logros aunados a objetivos que poco tienen ver que nuestros
principales deseos. En este sentido no se puede aceptar el bien como
justificación moral, ni el mal como contradicción de la primera, todo esto va
más a allá de eso.
Por tanto, nos falta ir aprendiendo a abrir los ojos lentamente, a una
realidad que está allí y que está nuestras manos el poder redirigirla hacia
donde deseamos. Debemos entender que eso hace parte de nosotros, que hace parte
de nuestra responsabilidad el exteriorizar ideas que vayan mucho mas allá de lo
que siempre hemos imaginado, y entender que la libertad con que obtengamos ese
mejor futuro sea fruto de nuestro principal objetivo y que cuando lleguemos
allí sea porque así lo divisamos, entendimos y quisimos, para alejarnos de una
sociedad tipo cyber, mas consiente y por tanto mas humana.
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